miércoles, 22 de febrero de 2012

EL ARTE POVERA


ARTE POVERA


El término arte Povera, en italiano "arte pobre", es una tendencia dada a conocer a finales de los sesenta', cuyos creadores utilizan materiales considerados 'pobres', de muy fácil obtención: como madera, hojas o rocas, placas de plomo o cristal, vegetales, telas, carbón o arcilla, o también materiales de desecho y, por lo tanto, carentes de valor. En un esfuerzo por huir de la comercialización del objeto artístico, ocupan el espacio y exigen la intromisión del público. Tratan de provocar una reflexión entre el objeto y su forma, a través de la manipulación del material y la observación de sus cualidades específicas.
El arte povera, rechazaba los iconos de los mass media y las imágenes reductivistas asi como también las industriales del pop art y el minimalismo. Propone un modelo de extremismo operacional basado en valores marginales y pobres. Utiliza un alto grado de creatividad y espontaneidad e implica una recuperación de la inspiración, la energía, el placer y la ilusión convertida en utopía. El arte povera prefiere el contacto directo con los materiales sin significación cultural alguna, materiales que no importa su procedencia, ni uso, que sean reutilizados o transformados por el artista.
Se trata de un arte objetual que aparece como consecuencia directa del arte minimal. Están estrechamente ligados pero hay una diferencia de conceptos, ya que el minimal posee una geometría muy estricta y el arte povera rechaza esa frialdad profundizando el la energía que desprenden los materiales.
Sus obras parten de una acción, como modelar, estrujar, doblar… una transformación natural del material, o bien parten del propio material que con un pequeño movimiento o acción se transforma, como por ejemplo el fuego o el hielo.
Es una de las vanguardias que tuvo una fuerte repercusión. A pesar de haber nacido en ciudades italianas como Roma, Turín o Milán, rápidamente caló en Europa y América del sur.
David Mach


El término se usó por primera vez una exposición veneciana en el año 1967. El objetivo de Celant consistía, ante todo, en re lanzar de nuevo a Euro­pa frente al poder del arte americano que, en los años sesenta, se había im­puesto de manera indiscutible. Según el crítico italiano, el término Arte Povera poseía un carácter de "antidefinición» y debía situarse siempre en relación al contexto sociopolítico de la etapa 1966-1968. Aunque en un momento iniciar se hablara del movimiento Povera como algo específica­mente italiano, más tarde se advirtió que otros artistas europeos, como Joseph Beuys o algunos de los representantes del Land Arty del Body Art, tenían puntos de contacto con la ideología del Arte Pobre en Italia. En cualquier caso, el propio Celant decidiría abandonar el empleo del térmi­no en 1972, porque consideró que incluso los artistas más representativos de dicha tendencia se habían alejado de las líneas de actuación iniciales. Es interesante advertir que más tarde, en los años ochenta, cuando el Arte Povera fue atacado de manera sistemática por los artistas de la Transvan­guardia italiana, dirigidos por el crítico Achille Bonito Oliva, Germano Celant reivindicó la validez del concepto y lo puso de nuevo en circulación.
El artista povera asumía una nueva actitud, donde tomaba posesión de una realidad que es el verdadero sentido de su ser. Proponía un modo de vida inventivo y antidogmático.
El artista povera debía trabajar sobre cosas del mundo, producir hechos mágicos, descubrir raíces de los acontecimientos partiendo de materiales y principios dados en la naturaleza. No expresa juicios sobre su entorno.




                                                                   Luciano Fabro















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