ARTE POVERA
El
término arte Povera, en italiano "arte pobre", es
una tendencia dada a conocer a finales de los sesenta', cuyos creadores utilizan materiales considerados 'pobres', de
muy fácil obtención: como madera, hojas o rocas, placas de plomo o cristal,
vegetales, telas, carbón o arcilla, o también materiales de desecho y, por lo
tanto, carentes de valor. En un esfuerzo por huir de la comercialización del
objeto artístico, ocupan el espacio y
exigen la intromisión del público. Tratan de provocar una reflexión
entre el objeto y su forma, a través de la manipulación del material y la
observación de sus cualidades específicas.
El
arte povera, rechazaba los iconos de los mass media y las imágenes
reductivistas asi como también las industriales del pop art y el minimalismo.
Propone un modelo de extremismo operacional basado en valores marginales y
pobres. Utiliza un alto grado de creatividad y espontaneidad e implica una
recuperación de la inspiración, la energía, el placer y la ilusión convertida
en utopía. El arte povera prefiere el contacto directo con los materiales sin
significación cultural alguna, materiales que no importa su procedencia, ni
uso, que sean reutilizados o transformados por el artista.
Se trata de
un arte objetual que aparece
como consecuencia directa del arte minimal.
Están estrechamente ligados pero hay una diferencia de conceptos, ya que el
minimal posee una geometría muy estricta y el arte povera rechaza esa frialdad
profundizando el la energía que
desprenden los materiales.
Sus obras
parten de una acción, como
modelar, estrujar, doblar… una transformación natural del material, o bien
parten del propio material que con un pequeño movimiento o acción se
transforma, como por ejemplo el fuego o el hielo.
Es una de
las vanguardias que tuvo una fuerte
repercusión. A pesar de haber nacido en ciudades italianas como Roma, Turín o Milán, rápidamente caló en Europa y América del sur.
David Mach
El
término se usó por primera vez una exposición veneciana en el año 1967. El objetivo de Celant consistía,
ante todo, en re lanzar de nuevo a Europa frente al poder del arte americano
que, en los años sesenta, se había impuesto de manera indiscutible. Según el
crítico italiano, el término Arte Povera poseía un carácter de "antidefinición»
y debía situarse siempre en relación al contexto sociopolítico de la etapa
1966-1968. Aunque en un momento iniciar se hablara del movimiento Povera como
algo específicamente italiano, más tarde se advirtió que otros artistas
europeos, como Joseph Beuys o algunos de los representantes del Land Arty del
Body Art, tenían puntos de contacto con la ideología del Arte Pobre en Italia.
En cualquier caso, el propio Celant decidiría abandonar el empleo del término
en 1972, porque consideró que incluso los artistas más representativos de dicha
tendencia se habían alejado de las líneas de actuación iniciales. Es
interesante advertir que más tarde, en los años ochenta, cuando el Arte Povera
fue atacado de manera sistemática por los artistas de la Transvanguardia
italiana, dirigidos por el crítico Achille Bonito Oliva, Germano Celant
reivindicó la validez del concepto y lo puso de nuevo en circulación.
El
artista povera asumía una nueva actitud, donde tomaba posesión de una realidad
que es el verdadero sentido de su ser. Proponía un modo de vida inventivo y
antidogmático.
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